Sábado, 23 de
octubre. Año 69 Después de los Días Oscuros
Mis ideas
vuelan, se embarullan y no me dejan pensar con claridad. Familia Mellark… ¿Por
qué guardamos en casa un documento sobre la familia del panadero? ¿Por qué mi
madre se ha puesto tan histérica? ¿Qué contiene ese libro que no quiere que
vea?
Mientras,
ella sigue hablando entrecortadamente, nerviosa, pero sigo sin escucharla.
Ahora mismo estoy centrada en cómo voy a conseguir descubrir qué ocurre con ese
antiguo libro.
Cuando
dejo de notar su presión sobre mis hombros me encuentro de vuelta en mi
habitación. Lo primero que pienso es volver a la cómoda en cuanto ella no esté
en casa, pero enseguida descarto la idea. Lo más lógico es que mi madre haya
cambiado de sitio la llave que abre ese cuarto cajón. Si hubiese alguna forma
de llegar al libro sin tener la llave…
Una
parte de mi cabeza me dice que me olvide del asunto, y en realidad me siento
mal por entrometerme de esa forma en algo que mi madre no quiere que vea. Pero
otra parte de mí tiene muy claro que no voy a descansar hasta saber qué pasa.
Por
supuesto, ni siquiera me he planteado la posibilidad de preguntárselo
directamente a mi madre. Por lo menos no ahora. La he notado muy enfadada
conmigo, y aunque no he prestado atención a lo que me decía, sé que no eran
precisamente halagos. No, mi madre no me lo dirá. Lo que me lleva a
preguntarme… ¿sabrá mi padre algo sobre la existencia de ese libro?
Me
asomo cautelosamente desde el marco de la puerta de la cocina. Solo está mi
padre, reforzando uno de sus arcos. Por la ventana veo a mi madre en la calle,
tendiendo la colada. Bueno, si estaba esperando un momento adecuado, creo que
ha llegado. Me siento enfrente de mi padre, que me dedica una de esas radiantes
sonrisas suyas. Pero no hablo. No sé cómo abordar el tema sin comprometerle.
Quiero decir, si no sabe nada de ese libro, me estaría metiendo en un buen lío.
Después
de un rato dándole vueltas, me lanzo:
- Papá,
¿qué sabes de la familia que lleva la panadería? – trato de sonar todo lo inocente
que puedo.
- ¿Los
Mellark? – bien, de momento vamos bien. Parece indiferente, ni siquiera ha
dejado de limar la madera. – Bueno, llevan ocupándose de esa tienda desde hace
generaciones. Son una familia de comerciantes desde siempre.
Hay una
pausa larga en la conversación. De momento no he conseguido sacar nada en
claro, no me ha dicho nada que no supiera ya.
- ¿Por
qué lo preguntas? – vaya, ahora necesito una excusa.
- Ah.
Por nada… es que el otro día me acerqué con Prim a ver los pasteles y me
pregunté cómo los harían. – mi excusa suena ridícula, tonta y sin sentido, pero
mi padre lo deja pasar arqueando una ceja.
Cuando
parece que la conversación se ha acabado, me sorprende añadiendo:
- Tu
madre conocía a los hermanos Mellark. Cuando eran jóvenes eran sus vecinos en
el barrio de comerciantes. Seguramente ella te pueda contar más cosas que yo,
pajarito. – acaba la frase con una cálida sonrisa, y yo se la devuelvo.
Bien,
si algo me ha quedado claro es que mi padre no parece tener idea de la
existencia de ese libro. Al menos no lo ha mencionado ni se ha comportado de
manera extraña. Pero me ha dado un dato revelador: los Mellark eran vecinos de
la familia de mi madre. Sin embargo, eso no explica que ella tenga un libro
suyo.
Vacilo
un momento, preguntándome si debería acudir a mi madre. También me planteo
regresar a la habitación de mis padres para buscar más pistas, pero no creo que
sea una buena idea. Si mi madre vuelve a encontrarme ahí seguramente me dedique
algo más que un torrente de palabras nerviosas.
- ¿Qué
ocurre, Katniss? – sigo sentada en la misma silla de la cocina, y ahora mi
padre sí ha dejado su arco en la mesa y me mira preocupado.
- ¿Qué?
- Estás
inquieta, mírate – es cierto, sin darme cuenta he empezado a morder fuertemente
mi labio inferior, y estoy jugando nerviosamente con uno de los mechones de mi
pelo. – Venga, dime qué pasa.
Lejos
de quitarle importancia a la situación, mi silencio confirma las sospechas de
mi padre. Me sudan las manos, y creo que tengo los ojos demasiado abiertos.
Perfecto, Katniss, lo estás arreglando.
Cuando
me quiero dar cuenta, mi padre me ha levantado de la silla, y me sostiene en el
aire frente a él.
- Me da
igual que no me lo quieras contar – me dice, fijando en mí sus preciosos ojos
grises, los que yo he heredado. – Pero soy tu padre y no te va a ser fácil
ocultármelo.
Vaya
que no. Creo que mi inquietud se percibe mejor que el humo de una fogata en el
bosque.
Mi
padre se vuelve a sentar en su silla, sentándome a mí en su regazo. De pronto
una sonrisa juguetona pinta su rostro, desconcertándome por completo.
- Es por
el chico, ¿verdad?
- ¡¿Qué?!
– espera, ¡¿qué?!
- El
chico, el hijo de los Mellark. Toda esta indagación es por él ¿eh? – estalla en
una sonora carcajada.
Esto no
está pasando… no puede estar pasando. ¡Mi padre cree que me gusta un chico!
Para terminar de arreglar el asunto, noto cómo el rubor sube a mis mejillas.
Hoy te estás luciendo, Katniss.
- ¿Cómo
se llama? – insiste mi padre.
Pero no
puedo contestarle. Me acabo de dar cuenta de que no sé el nombre de ese chico
que lleva en mi curso toda la vida. No he cruzado una sola palabra con él…
¿Pero
en qué estoy pensando?
- ¡Que
no, papá! ¡Que no me gusta! – consigo decir, pero se me quiebra la voz al final
de la frase, y solo consigo que mi padre se ría más aún.
- Bueno,
tranquila – dice, todavía entre risas -. No te presionaré más.
Me
guiña un ojo, y creo que mi cara ya es completamente roja. Me estoy enfadando
conmigo misma por no haber sabido llevar la situación, y el hecho de seguir
sentada sobre las rodillas de mi padre no ayuda. Salto al suelo y echo a
correr.
Salgo a
la calle con intención de que el aire fresco me despeje las ideas. Empiezo a
andar sin rumbo, pero algo me obliga a parar:
- ¡Katniss!
– la voz de mi madre me hace girarme sobre los talones – Katniss, espera.
Parece
que se ha calmado, y no leo en su rostro ningún rastro de enfado. Ya ha tendido
toda la ropa húmeda, y está de pie junto al cesto de mimbre.
Camino
hacia ella, y la observo con detenimiento. El sol se refleja en su pelo, del
mismo color que los luminosos rayos. Su larga melena dorada enmarca unas
facciones aún jóvenes, pero lo que más destaca son sus ojos. Incluso desde esta
distancia puedo distinguir el profundo color azul de sus iris. Debió ser muy
guapa de joven.
- Cariño,
perdona que antes te hablara así… - empieza, pero la corto.
- No,
mamá. Perdóname tú a mí. Sé que son tus cosas, y no es la primera vez que me
dices que no las toque. Lo siento.
Mientras
decía esto, he bajado la mirada hacia el suelo. La suave mano de mi madre me
sujeta la barbilla, y con delicadeza me alza la cara hasta que nuestros ojos se
encuentran.
- Pequeña
aventurera… Eres la viva imagen de tu padre. Siempre queriendo saber todo.
En su
rostro se dibuja una sonrisa llena de ternura. Antes de que pueda hacer nada,
me atrae hacia ella y me abraza. En sus cálidos brazos me siento protegida,
parece como si nada malo fuera a sucederme mientras ella estuviera ahí para
ayudarme.
Huele a
romero y lavanda. Exactamente igual que siempre.
- Ven
conmigo.
Toma mi
mano, y empezamos a caminar juntas, como cuando yo era más pequeña. Al cabo de
un rato, llegamos a la Pradera. Ella se sienta en el lecho de hierba y flores,
y al verla así me viene a la cabeza la imagen de la foto de boda que encontré
en su cajón.
Me
siento junto a ella. Hacía mucho que no pasaba tiempo con mi madre.
- Supongo
que te sigues preguntando qué es ese libro… - dice por fin, con un suspiro.
En ese
momento tengo ganas de gritar, instarla a que me lo cuente. Pero debo
comedirme.
- Bueno…
No demasiado. Es simple curiosidad.
- Qué
mal mientes, Katniss. – dice, riéndose.
Menudo
día llevo. Creo que soy demasiado transparente para mis padres.
- Como
quieras, si no te interesa no te lo cuento…
- ¡No!
Quiero decir, puedes contármelo si quieres.
Mi
madre tiene la elegancia de ignorar esto último, y mira hacia la alambrada.
Coge aire y empieza a hablar.
Mira mira mira eh ! Esta es la parte en la que dices, tranquila Andrea ahora mismo edito la entrada y añado la parte en la que explico que es ese libro !
ResponderEliminarSiempre te lo digo Kat pero en serio, me encanta como describes :)
Un saludo !
jajajaja tranquila!! el capítulo 21 lleva escrito más de una semana, así que no tardaréis en saberlo todo! :)
Eliminarmuchísimas gracias Andrea! siempre me hace mucha ilusión leer tus comentarios, y lo sabes ^^
uff! no lo puedes dejar así! echaba de menos tus capítulos, espero que no tardes en subir el próximo , no creo que pueda aguantar mucho jajaja
ResponderEliminarNerea!:)
Hola Nerea! muchísimas gracias, y tranquila, que el 21 ya está escrito y esperando a ser publicado! :)
Eliminarparticularmente, es uno de los cápítulos que más me ha gustado escribir, así que espero que también os guste!
Un beso!
ay... pero si seras!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! lo cortas justo ahiiiiiiii dios mio.... quiere smatarnos de l ansiedad?????????? esta apasionante la historia...
ResponderEliminarlo sé, lo sé! en principio no era mi intención, pero el capítulo se me hizo largo, y pensé que era un buen lugar para cortar jajaja
Eliminarel 21 estará muy pronto, así que todo se desvelará... :)
*O* me encanta como escribes y como cuentas todo con tanto detalle estoy deseando saber que pasa¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMuchas gracias! ^^
Eliminarlo sabréis enseguida, y esta vez lo digo de verdad jaja espero poder subir hoy o mañana el capítulo 21 :)
POR QUE TENIA LA MAMA DE KATNISS ESE LIBRO!! AWWW!! NO PUEDO AGUANTAR PARAH SABERLO!! ECRIBES INCREIBLEMENTE BIEN... QUE DIGO LO QUE LE SIGUE!! ;)
ResponderEliminarooooh muchísimas gracias! ^^
Eliminarcomo os estoy prometiendo a todos que el capítulo 21 lo subo hoy o mañana, lo voy a tener que cumplir jaja
y espero que no os decepcione el motivo por el que guardaba el libro :)
un beso, y gracias de nuevo!
KATIONAK,enserio TE ODIO!!.¿Cómo lo dejas en ese punto tan interesante?.Yo al final,voy a tu casa y te mato.Ahora ensrio haha,me ha encantado está está.....No se como está pero si se que yo ¡¡estoy sin palabras!!.
ResponderEliminarSigue así y espero con gran impaciencia el próximo capítulo (:
jajaja en algún sitio tenía que parar, porque me estaba quedando un capítulo demasiado largo... y el siguiente lo es aún más! pero os prometo que en el 21 ya se revela todo, que no creo que sea bueno cortar tantas veces jaja
Eliminarmuchas gracias Eva! ^^
WOW, katnionak, eres malvada que lo sepas!!!! las cosas no se dejan así, se aclaran!! jajaja estoy deseando saber que pasará, ¿porqué tiene la madre de Katniss ese libro? hmmm hmmmno se me ocurre nada, espero el próximo :)
ResponderEliminarjooo no me matéis! estoy viendo que me lincháis entre todos jaja
Eliminartranquilidad, que en el siguiente se revela todo, todoooo :)
muchas gracias por leerme, Elena ^^
Me encanta me encanta tu blog, le sigo ya desde hace ya un timpecitoy espero es siguiente con ansia, espero que sea pronto!!
ResponderEliminarte dejo aqui el mio por si quieres pasarte y eso :) sigue asi un beso :) http://asiloveefiie.blogspot.com.es/
hola Inés :)
Eliminarlo primero de todo, muchas gracias por visitar Perla de Carbón. Me alegra mucho que te guste la historia del Diario de Katniss, y respondiéndote, el capítulo 21 ya está listo para ser subido :)
por supuesto que me pasaré por tu blog!! y si quieres que te afilie recuérdamelo en la página de afiliados, porque si no, veo que se me va a pasar :S
un beso!
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH no nos puedes hacer esto!!! me muero de ganas por saber toda esta historia!
ResponderEliminarMe encanta cmomo escribes continua asi! :D
Muchas gracias Rue! :D
Eliminarme alegro mucho de que te guste, todos estos comentarios me dan un ánimo increible, no os lo podeis imaginar :')
espero no decepcionaros a ninguno con el capítulo 21 ;)
un beso!
Morí de risa cuando el papá de Katniss insinúa que a ella le gusta Peeta, ¿que diría ahora que están juntos? escribes excelente, me encanta tu historia, sigue asi! <3
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