domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 9


Tributos, me tenéis que perdonar. Estos días he tenido un montón de cosas por hacer, pero por fin os dejo con el Capítulo 9. Para compensaros lo he hecho más largo de lo habitual. ¡Espero que os guste! :)



Lunes, 6 de julio. Año 69 después de los Días Oscuros.

Llevamos más de un mes sin poder entrar al bosque a cazar. Cada día que pasa deseo con más fuerza que terminen ya los Juegos. Sin embargo, aún no han empezado.

Ayer tuvieron lugar los entrenamientos privados con los vigilantes, y a última hora de la tarde se dieron las puntuaciones.
Como era de esperar, los profesionales obtuvieron altísimas notas: Hornby fue puntuado con un magnífico 10, lo que solo refuerza mi teoría de que será él quien gane. Su compañera de distrito tuvo un 8, y los dos tributos del 2, un 9 cada uno. Los del Distrito 4 este año no han destacado tanto, aunque no lo hicieron mal; al chico le pusieron un 7, y a la chica un 8. El resto de los participantes ha pasado sin pena ni gloria. Los dos huérfanos del 12  han aparecido con un mísero 5, lo que quiere decir por una parte que no van a ser capaces de hacer grandes cosas, pero por otra, que al menos algo tienen que saber hacer.

Hoy el Capitolio se viste de gala para asistir a las esperadísimas entrevistas de Caesar Flickerman con cada uno de los tributos. Eso significa que mañana es el gran día: por fin se trasladará a los tributos a la arena elegida para alojar los Sexagésimo Novenos Juegos del Hambre.
En la televisión llevan todo el día anunciando la cita de esta noche, a las nueve. Incluso hay permanentemente en pantalla dos relojes que llevan la cuenta atrás: uno para la entrevista, y otro para los Juegos.

Como de momento no hay ninguna emisión de “vital importancia” que nos obligue a estar pegados al televisor, Prim y yo hemos salido a dar un paseo por el Distrito. Hemos pasado por delante del viejo alcornoque que hay en una pequeña plaza de la Veta, y nos hemos sentado un rato a su sombra. Prim ha empezado a cortar unas florecillas blancas, y a trenzarlas en una corona. Satisfecha con su resultado, se la ha colocado en su cabecita rubia, y me ha mirado sonriente. Con sus ojos azules parecía sacada de un cuento de hadas. No he podido evitar pensar que no está hecha para este mundo.
Al rato nos hemos levantado, y hemos seguido nuestro camino. Hemos llegado hasta el barrio de comerciantes. El ambiente que se respira allí es muy diferente al de la Veta. Nadie tiene excesivos recursos, pero tampoco pasan hambre. Los niños visten ropas limpias e incluso a alguno le sobra algún kilo. Yo adoro a mi familia, pero sin quererlo me he encontrado imaginando cómo sería vivir en un sitio como este.
Al cruzar la plaza del Distrito, un delicioso aroma a pasteles y pan recién hecho ha embargado mis sentidos. A pesar de saber que ni en cien años iba a poder permitírmelo, me he acercado con Prim al escaparate de la panadería de los Mellark. La inmensa gama de colores que cubría todos esos pasteles podría haber iluminado el Distrito entero, siempre tan gris. Los había grandes, pequeños, planos, redondos, simples, adornados, glaseados… Azúcar. Solo he tomado azúcar tres veces en mi vida. Una simple cajita le había costado el salario de un mes a mi padre.
He sacudido la tentadora imagen de los pasteles de mi cabeza, y me he girado, con la intención de volver a la realidad. Pero Prim seguía hechizada por el arcoíris de dulces, con sus dos manitas pegadas al cristal, y la boca abierta. Creo que ha sido una crueldad haberla traído hasta aquí. De pronto he recordado el pastel que Madge me regaló por mi cumpleaños. Tenía exactamente el mismo aspecto que estos, tan esponjoso, suave… me pregunto cuánto le costaría. Quizá yo algún día podría conseguirle uno de esos a mi hermana. He cogido su mano, y al darme la vuelta para empezar a andar he chocado con alguien. Me he encontrado con unos ojos azules que me han sostenido la mirada durante unos breves segundos. He abierto la boca para pedirle disculpas por el golpe, pero el chico se ha apresurado a entrar a la panadería, bastante desconcertado. Su cara me es muy familiar. Creo que es hijo de los dueños, los señores Mellark. Está en mi curso en la escuela. Me he quedado un instante mirando hacia el interior de la tienda, pero finalmente he decidido seguir andando. No creo que ese tropiezo haya tenido tanta importancia como para tener que entrar a disculparme.

Cuando hemos llegado a casa hemos comido unas simples raíces hervidas. Desde que mi padre me enseñó el libro de las plantas comestibles procuro traer todos los días alguna.

A las nueve en punto Caesar Flickerman ha aparecido en la televisión, esta vez con un traje lila, exactamente igual que su pelo (me pregunto cuántas veces habrá cambiado el tinte). Sin irse por las ramas, a los pocos minutos han comenzado las entrevistas. El público tiene suerte: la primera en ser entrevistada es siempre la tributo del Distrito 1, que es habitualmente de los favoritos para ganar. Este año eso es indiscutible. La entrevista de la compañera de distrito de Ivory no ha sido espectacular, pero he de reconocer que la chica ha demostrado que tiene agallas para defenderse con el público. Creo que ha caído bien, seguro que consigue patrocinadores.
Cuando ha sonado el pitido que anuncia el fin del tiempo de entrevista, Ivory Hornby ha salido al escenario en un brillante traje blanco nacarado, con incrustaciones de diamantes en las solapas del esmoquin. Los chillidos ininterrumpidos de las mujeres del Capitolio han obligado a Caesar a intervenir para que Ivory no se quedara sin tiempo para la entrevista.

- Buenas noches, Ivory Hornby. Creo que las chicas tenían ganas de verte – se ha girado hacia el público, riendo - ¿no es así?

Un nuevo grito histérico le ha dado la razón.

- Bien, bien. Tengo que preguntártelo. ¡Un 10! ¡Impresionante puntuación! ¿Qué nos tienes preparado?

- Bueno, Caesar, creo que no se me da mal la lucha cuerpo a cuerpo. – mientras decía esto, se ha recostado en el sofá rojo, colocando uno de sus musculosos brazos en el respaldo, lo que ha provocado un sonoro suspiro entre el público – Además, tengo maña utilizando hondas y espadas. – ha mirado a los espectadores, con una deslumbrante media sonrisa, que ha sido el punto culminante. El Capitolio ha estallado en aplausos, vítores y ovaciones.

En los tres minutos de preguntas y respuestas, ha quedado muy claro el papel del tributo profesional: seductor, experimentado, letal, y completamente seguro de sí mismo. Apuesto lo que sea a que los patrocinadores se lo rifan.

Después de los tributos del 1, las charlas con los del 2 no han llamado tanto la atención. Sin embargo, no dejan de ser profesionales, y el público también se ha mostrado bastante entusiasmado.

El programa ha ido siguiendo su curso, y el interés por las entrevistas ha ido decayendo. Una vez pasados los cuatro primeros distritos, los demás no tienen una especial relevancia. Finalmente, cuando el público ya parecía disperso y desganado, ha llegado el turno del 12. Al menos Meena ya no tenía el aspecto desaliñado que presentaba en la cosecha, pero seguía siendo muy poca cosa, y el Capitolio apenas ha prestado atención a su comparecencia. Tampoco se han perdido mucho, la chica parece tímida, y además estaba claramente intimidada por los focos y la gente.

- ¡Meena Kelow, del Distrito 12! ¿Cómo estás, preciosa? – Caesar se ha mostrado muy amable, mientras sujetaba la mano temblorosa de la chica.

- Un poco… abrumada.

Caesar, como siempre, ha intervenido para aligerar la presión. Con una sonora carcajada tranquilizadora, ha contestado:

- Oh, no te preocupes en absoluto. Es completamente normal. Relájate, y disfruta del público. Y ahora, háblanos un poco de ti, ¿tienes alguna estrategia para los Juegos?

Tras unas torpes respuestas, el pitido final ha dado por concluido su tiempo. Cuando se ha retirado casi nadie la ha aplaudido.
Algo similar ha pasado con Donney. Haymitch, el mentor del Distrito 12, lo va a tener realmente complicado para conseguirles patrocinadores. No tienen absolutamente ninguna posibilidad de ganar.

Me he acostado con la misma sensación de tristeza que cada año. Mañana empiezan los Juegos. Me gustaría no tener que presenciar el sufrimiento de todos esos chicos y chicas inocentes, pero el Capitolio va a hacer todo lo posible para que no nos perdamos ni un solo segundo de su show. Tan solo espero que nuestros tributos sufran lo menos posible.



10 comentarios:

  1. Me encanta kationak está genial
    besos

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  2. me encanto el capitulo... valio la pena esperar... y me meociono sobre todo un afrase que pususte

    Con sus ojos azules parecía sacada de un cuento de hadas. No he podido evitar pensar que no está hecha para este mundo.

    llevas la historia de manera genial... felicitaciones

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    1. agradezco mucho tus comentarios, Luciana :)
      me animan mucho a seguir con la historia. El siguiente lo subiré pronto, no tendréis que esperar tanto como con este.
      y gracias de nuevo :)

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  3. El capitulo es muy bueno pero como sujerencia: deberias hacer algun comentiario sobre peeta esta capitulo tenia la oportunidad perfecta pero tu la dejaste pasar y eso no me parece bien o tambien podrias hablar sobre gale por favor toma en cuenta mi comentario no digo que pases cada segundo hablando de ellos pero un sutil comentario serviria si.
    gracias

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    1. Muchas gracias por la sugerencia! :)
      tienes toda la razón, este capítulo pedía a voces una pequeña aparición de Peeta, así que he añadido un pequeño fragmento, a ver qué te parece ;)

      en cuanto a lo de Gale, en esta historia Katniss tiene todavía 11 años, y a Gale lo conoce a los 12, tras la muerte de su padre. Paciencia, que todo llega, y lo de Gale lo tengo muy previsto.

      un beso!

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  4. gracias te lo agradesco infinitamente que me hayas tomado en cuenta pues me parecio que le faltaba eso

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    1. gracias a ti :)
      me ayuda mucho que me deis vuestro punto de vista!
      un beso, y mañana estará el capítulo 10 ;)

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  5. O_O Me encanta me encanta me encanta ^.^ Yo quería que se hubieran dicho algo al chocarse,pero claro,Suzanne no lo hizo así... D: NO ES JUSTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO JAJAJAJA Deja deja,que estoy to loca xD Me encanta en serio! Un besazo enorme!

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    1. jajajaja no te preocupes, mujer! :D
      pues sí, la verdad es que Katniss podría interactuar un poco más con Peeta, pero Suzanne Collins no nos deja jajaja
      muchas gracias, carol!!! :)

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